Cuando sucede algo malo, desagradable o que provoca dolor, la frase que nos acude a la boca es: ¡La vida no es justa!
Y es cierto, la vida ni es justa ni es injusta. Justa solamente ha de ser la Justicia.
Cuando clamamos por justicia, sin pararnos a pensar todas las cosas que nos ha concedido la Vida sin ningún merecimiento especial por nuestra parte. Al leer esto estás utilizando un ordenador o un aparato electrónico, usas tu vista, has aprendido a leer, tienes una instrucción y una cultura, seguramente tienes casa, alimentos y ropa, además de otras mil cosas que damos por supuestas como agua corriente, electricidad, sanidad, medios de transporte… y así un número incalculable de beneficios y ventajas.
Sin contar con la gente que nos aprecia, que nos quiere, que nos respeta, que nos cuida, para quienes somos importantes en su vida.
¿Pensamos en quienes les falta todo eso? Ellos tampoco han hecho nada especial para nacer sin condiciones familiares, económicas, de salud, de amor o de vida similares a las que se nos han concedido.
A partir de ahora, cuando te preguntes
¿Por qué me pasa esto a mí?,
contéstate:
¿Por qué a mí no?
Porque por mucho que te duela, también te toca en el reparto, tanto de alegría como de dolor. Te toca, no tiene nada que ver con la justicia.
Jun 19, 2013 @ 18:39:43
Es lo que tiene esta vida llena de misterio, de flores,de espinas,de miradas y lejanía.
Jun 20, 2013 @ 08:33:18
Eso es, Jesús, muy bien condensado. Gracias por tu interés. Besos, Ana
Jun 26, 2013 @ 15:13:45
Muchas gracias Ana. Tienes razón que asumir al mismo tiempo nuestra fortaleza y nuestra debilidad, los que nos ha tocado para bien o para mal, es aparte de necesario sano e inteligente.
A veces “Es injusto tratar de injusta a la vida”
A veces “Es justo tratar de injusta a la vida”
Pero da igual…
En cualquier caso la vida siempre dice: “Ale, vámonos que aún nos queda por recorrer…”
Menos mal, que justicias aparte, nos vamos en esa excursión vital, además de con la “pesada mochila” con una cantimplora de llena de amor que si nos fijamos BIEN es inagotable.
Aunque hay días en que no sabemos dónde tenemos la cantimplora…
Un beso
Jun 26, 2013 @ 16:57:02
Salva, suscribo todo lo que dices, con sabiduría y buen centrado. Y que la cantimplora la llevemos siempre colgada de la cintura. Gracias, Ana