Se nos ha enseñado a distinguir las emociones en dos categorías evaluativas: buenas y malas, positivas y negativas.
El amor lo clasificamos como positivo… pero ¿es positivo un amor dependiente? Nos hace sufrir mucho.
La ira la evaluamos como negativa… pero ¿cómo vamos a marcar los límites a quien nos invade si no es con la fuerza que nos estimula el enfado?
¿Es una emoción positiva la risa que nos provoca un daño ajeno?
Creo que es mejor considerarlas como lo que son, la reacción adecuada ante los sucesos de la vida. Sin calificarlas de buenas o malas; las emociones son diferentes a la moral, los que pueden ser inmorales son los actos cometidos por no encauzarlas conveniente y proporcionadamente.
Es interesante saber que hay una serie de emociones básicas, compartidas por todos los seres humanos, independientemente de su cultura social, que vamos a ir comentando en particular en próximos artículos.