La hipnosis, al ser una herramienta que incrementa el trabajo realizado en la terapia, no puede convertir a la persona en lo que nunca ha sido ni tampoco confiere la capacidad de hacer algo ante lo que no dispone de habilidades para hacerlo.
Sin embargo, la hipnosis proporciona cinco funciones que agrandan la capacidad de la persona de aumentar lo que ya pertenece a sus propias fortalezas naturales. De los siguientes modos:
– Amplifica las habilidades: ya que se facilita que la persona recuerde y experimente las situaciones de su vida en las que ha tenido éxito, ha alcanzado sus objetivos y, así, le pone en contacto con sus capacidades.
– Focaliza la atención en el objetivo a alcanzar: como la hipnosis concentra la atención, las sugestiones positivas y relacionadas con las metas establecidas en la terapia, facilita que la persona se hable de manera positiva y motivadora.
– Facilita la creación de metas concretas, de manera que la mente se enfoca en esa dirección y reduce las distracciones que nos apartan de su consecución.
– Reduce la ansiedad: al aprender la auto-hipnosis y equilibrar los diálogos internos, se reduce el estrés y se toma conciencia de las propias fortalezas para afrontar las situaciones cotidianas relacionadas con el objetivo.
– Estimula el funcionamiento del sistema nervioso parasimpático: cuando utilizamos la relajación como el entorno habitual en las sesiones de hipnosis y en el entrenamiento en auto-hipnosis, estamos realzando la capacidad de mantenernos centrados en un estado relajado y focalizado que nos ayuda a optimizar nuestras respuestas en la vida diaria.